CRISTO DEBIÓ TENER UN HIJO
Cristo debió tener un Hijo Cristo debió tener un Hijo que fuese como él ―ciencia florida de manos― florida de palabras ―canción endomingada en un labio de misa ―retoño de incienso― madera de recuerdos otoñales en el altar de las miradas hechas para no ver cielos largos ni paralíticos.
Cristo debió tener un Hijo― Cristo debió tener un Hijo suave como los ojos de Marta ―su novia divina― suave como el bordón de San José ―roto de borrachera― y suave como yo ―fiera latinoamericana. Un hijo hondo ―profundo― trascendente― que explotase lo mismo que una fruta de truenos maduros y sonase lo mismo que un vaso de canción.
Cristo debió tener un Hijo― Cristo debió tener un Hijo― matador suave ―verdugo de caricias― para que con martillos de palabras y azadones mentales supiera consolar a las mujeres arrastrándolas por sus corazones elásticos y echándole tierra a sus mentiras virginales.
Cristo debió tener un Hijo Cristo debió tener un Hijo triste como él. Para tener derecho a ser apostol hay que ser hondo y hay que tener un Hijo hondo de lejanías cercanas. Hay que ser como el árbol que pare cielos y funda repúblicas de pájaros. Hay que tener un Hijo aunque sea triste en cualquier mujer! Que solamente muere Dios y en cualquier onda nace un Hijo. La madurez es bella como la sangre del Dolor― cuando no se muere en hojas de música otoño es Dios maduro!
Cristo debió tener un Hijo― todavía está en la Cruz-árbol de Crimen― y todos al pasar le dan besos de Judas! Cristo debió tener Hijo-un Hijo que se robara la Cruz con su cadáver tierno!
1930 Alma Latina
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